¿Contratar a alguien sobrecalificado tiene sus beneficios?

¿Contratar a alguien sobrecualificado tiene sus beneficios? Sí, en realidad hay más beneficios que desventajas. Sigue leyendo para saber más.

Gente de negocios que tiene una reunión corporativa en una mesa marrón

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Al contratar a un nuevo empleado, es inevitable toparse con una persona que simplemente está demasiado calificada para el puesto. Parece que la solución más fácil sería decirles que están sobrecalificados y seguir adelante. Sin embargo, muchos gerentes se han perdido el empleado ideal porque eliminaron candidatos "sobrecalificados" sin darles muchas oportunidades. Al buscar al individuo ideal, generalmente se buscaría a alguien que tenga las habilidades y la experiencia requeridas, pero que aún se sienta desafiado y comprometido por el trabajo que se le asigna. Esta persona podría saltar con confianza y encajar perfectamente en el equipo. Él / ella puede trabajar de forma independiente y pensar fuera de la caja mientras es capaz de seguir bien las instrucciones. Muchos creen que alguien que está sobrecualificado podría tener problemas con estos requisitos.

Entonces, ¿qué significa sobrecualificado?

Se refiere a una persona que tiene una formación académica superior a la requerida para el puesto. También podría significar alguien que tenga demasiados años de experiencia en esa industria en particular. Al aceptar el trabajo, estarían bajando un escalón en la escala de progresión. Dicho esto, siempre hay malentendidos sobre la definición del término. Se define específicamente como cumplir y superar el requisito de habilidad de ese rol en particular. Tener una educación superior y mucha experiencia en general no sobrecalifica a alguien. Tómese el tiempo y haga el esfuerzo de conocer a la persona antes de decidir traspasarla. Muchos gerentes también interpretan el término como una línea de separación endulzada que usan cuando no están dispuestos a correr el riesgo de contratar a alguien con demasiada experiencia.

Riesgos

El principal riesgo es la preocupación de que los candidatos sobrecualificados tengan menos satisfacción y bienestar en el trabajo cuando renuncien. Los investigadores también correlacionan directamente la calificación con la insatisfacción y el crecimiento de una actitud laboral negativa. Potencialmente, esto podría conducir a un rendimiento deficiente. Los empleados que creen que tienen demasiado talento para el trabajo podrían volverse complacientes, aburridos y comenzar a trabajar en piloto automático. Pueden intentar delegar el trabajo a otros o simplemente no hacer el trabajo por completo. En última instancia, podría resultar en un deterioro de la salud del empleado. Puede temer que estos empleados se aburran y se vayan cuando se presente una mejor oportunidad. Incluso pueden exigir más dinero a cambio de su estadía. En segundo lugar, cuando se contrata a un nuevo empleado, normalmente se reunirán otros empleados para crear una primera impresión del nuevo empleado. Temerían cómo la presencia de este nuevo empleado podría afectar la atmósfera actual en el lugar de trabajo. Tener a alguien mucho más calificado que ellos podría verse como una amenaza. Sus posibilidades de ser promovidas podrían verse amenazadas si hay una persona que también pueda hacer su trabajo fácilmente. Este tipo de mentalidad es lo que eventualmente podría expulsar a los empleados actuales.

Sin embargo, la suposición de que una persona se aburriría y elegiría tener un desempeño inferior o irse puede ser más percibida que real. Un profesor de administración en la Universidad Estatal de Portland, Berrin Erdogan investigación llevada a cabo y descubrió que los candidatos que estaban sobrecalificados en realidad se desempeñaron mejor y rara vez se van porque tienen demasiado talento para el puesto, se van debido a las malas condiciones de trabajo.

Se necesita un gerente con mucha valentía para correr un riesgo tan grande de contratar a alguien sobrecualificado. Si bien podría ser un error costoso de cometer, también podría reportar grandes beneficios.

Recompensas

Estos individuos no requieren la misma cantidad de entrenamiento que otros con menos experiencia. Podrían generar un mejor retorno de la inversión ya que se puede hacer más trabajo cuando un gerente no tiene que tomar la mano del empleado. Estas personas también podrían aportar nuevas ideas y experiencias al equipo. También es probable que sean más autosuficientes, podrán responsabilizarse de su propio trabajo y, en general, serán más fáciles de administrar debido a su experiencia en la fuerza laboral. Cuando alguien con más conocimientos se une al equipo, aporta su experiencia y también puede servir como mentores para los empleados más jóvenes con menos experiencia. Esto los convierte en un activo para la moral y el desarrollo del equipo. Por último, pero no menos importante, es más probable que den un paso al frente. Con más experiencia en la primera línea, los candidatos sobrecalificados estarán más dispuestos a asumir algunos de los roles más desafiantes, mientras que otros pueden ser más indecisos. También podrían aportar conocimientos especializados en áreas que no están representadas actualmente.

Sería aconsejable pensar siempre en las necesidades generales de talento que su organización requiere ahora y en el futuro. Si tiene la intención de contratar a un candidato que esté sobrecualificado, intente configurar el puesto para que se adapte a sus habilidades. Cuando los incorpore, tenga claros sus planes para ellos para que comprendan su posición en la organización. Evite definir el proceso de contratación para un puesto y encontrar una persona por puesto. Recuerde no confundir experiencia y educación con habilidades. Incluso si una persona tiene mucha experiencia, es posible que no tenga las capacidades adecuadas para hacer el trabajo.

Ahora, a la hora de decidir si se corre el riesgo de contratar a alguien que esté sobrecualificado, hacerse las siguientes preguntas podría ayudar.

¿Por qué están solicitando un trabajo que está por debajo de sus calificaciones?

Puede haber muchas razones para esta elección. Cuando la economía está en declive, los mercados están llenos de personas sobrecalificadas que están más desesperadas por un trabajo. Solicitar este puesto podría ser más una necesidad que un deseo. Algunos también podrían haber quedado sin trabajo debido a sus hijos, enfermedad o jubilación. Estos podrían ser ellos buscando un camino de regreso a la fuerza laboral. También podrían estar esperando una carrera menos exigente que se adapte mejor a sus preferencias de trabajo y vida. No haga juicios preconcebidos sobre sus razones para querer este puesto. Si no esperan nada más de lo que les puede proporcionar, este podría ser un partido ganador.

¿Qué esperan y quieren de este trabajo?

¿Esperan renunciar y buscar una carrera más fácil o esperan una eventual actualización? Cuando vengan a la entrevista, pregúnteles. Antes de asumir que entrarían en la categoría de personas insatisfechas, comprenda sus necesidades. Al igual que en el punto anterior, simplemente podrían estar esperando un trabajo simple con el que estarían contentos. Si tienen la mentalidad adecuada, tener a alguien con la experiencia y el conocimiento adicionales podría reportar grandes beneficios.

¿Existe una oportunidad de crecimiento que pueda requerir sus habilidades en el futuro?

Esta es probablemente la pregunta más importante a considerar. Incluso si no fueran contratados para un acuerdo a largo plazo, ¿podrían ser útiles sus habilidades? ¿Podrían los empleados más jóvenes necesitar la tutoría que este individuo en particular podría brindar? Tener a alguien con mucha más experiencia en la fuerza laboral a menudo viene con habilidades que pueden ayudar a hacer crecer la empresa. También vienen con conexiones, lo que potencialmente abre las puertas al crecimiento y las oportunidades comerciales.

Berrin Erdogan también compartió dos formas de mantener felices a estos empleados en su empresa. El primero es darles voz. Dándoles el empoderamiento y la capacidad de influir en su entorno de trabajo en lugar de obligarlos a adoptar un enfoque pasivo. El segundo es, por supuesto, el aprecio. Es un largo camino. Si un empleado se siente valorado por la empresa y la dirección, es más probable que se quede.

En conclusión, contratar a un candidato sobrecualificado no siempre es una mala decisión a pesar de que sigue siendo un riesgo aterrador. Si puede tomarse el tiempo para comprender las necesidades y razones del solicitante, es posible que encuentre al candidato perfecto para el trabajo.

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